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Pensamíento Crítico
ISSN 23958162 I www.pensamientocriticoudf.com.mx

La vivencia del rechazo social a la bisexualidad y su impacto en el sufrimiento psicológico

The experience of social rejection of bisexuality and its impact on psychological suffering

Omar Alejandro Olvera Muñoz*

Universidad Autónoma Metropolitana – Unidad Xochimilco

Resumen

Con el objetivo de conocer la vivencia del rechazo social a la bisexualidad y su impacto en el sufrimiento psicológico en jóvenes bisexuales de la Ciudad de México, se diseñó un estudio cualitativo en el que participaron 5 varones que se autoadscribieron como bisexuales. Se aplicaron entrevistas semiestructuradas y se realizó un análisis de la información mediante la perspectiva de la teoría fundamentada con un énfasis en las relaciones interpersonales de los informantes. Se encontró que la principal acción de rechazo social es el cuestionamiento a su orientación bisexual. Tales experiencias ocasionaron sentimientos de autodevaluación y como principal estrategia de afrontamiento utilizan el ocultamiento de su deseo sexual. Por lo anterior, se concluye que el rechazo social es una experiencia que adquirió centralidad en la vida de los entrevistados. Con base en los resultados se requiere impulsar el reconocimiento de las bisexualidades como un grupo humano socialmente conformado.

Palabras clave: bisexualidad, rechazo social, sufrimiento.

 Abstract

In order to know the experience of social rejection of bisexuality and its impact on psychological suffering in bisexual young people in Mexico City, a qualitative study was designed in which 5 men who self-described as bisexual participated. A semi-structured interview was applied and an analysis of the information was carried out through the perspective of grounded theory with an emphasis on the interpersonal relationships of the informants. It was found that the main action of social rejection is the questioning of their bisexual orientation. Such experiences caused feelings of self-deprecation. As the main coping strategy they use the concealment of their sexual desire. Therefore, it is concluded that social rejection is an experience that acquired centrality in the lives of the interviewees. Based on the results, it is necessary to promote the recognition of bisexuality as a socially conformed human group.

Key words: bisexuality, social rejection, suffering.

*Especialista y maestro en Medicina Social por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco.  Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Introducción

Autores como Olvera-Muñoz y Granados (2017), plantean que una de las principales problemáticas sociales de las bisexualidades es la falta de reconocimiento como un colectivo conformado. Lo anterior, debido al imaginario social que asocia el ejercicio de la sexualidad en los polos heterosexual y homosexual. En consecuencia se identifica a las personas bisexuales como inexistentes.  

Desde esta línea de investigación, se plantea que la bisexualidad, en tanto implica la orientación del deseo sexual por los dos sexos, contradice tanto a la heterosexualidad, como a la homosexualidad. Por lo que desde una perspectiva social, la bisexualidad no es aceptada ya que se considera una sexualidad subalterna aún más que la homosexualidad (Olvera-Muñoz, 2017a). Es por lo anterior que en las relaciones interpersonales, las personas bisexuales presentan un doble rechazo el cual proviene tanto de personas heterosexuales como de personas homosexuales (Yáñez, 2017, 2015).

Por lo anteriormente expuesto se piensa, que dentro de las minorías sexuales, la bisexualidad es considerada como una minoría entre minorías (Olvera-Muñoz, 2017b), a la cual, se le debe ocultar mediante diversos aparatos políticos, económicos o culturales con el objetivo de mantener el orden social de la sexualidad. Respecto a esto último, se argumenta el ejercicio de la sexualidad se ha configurado socialmente desde un modelo heterosexual que se sustenta en una perspectiva biológica y reproductiva (Salinas & Jarillo, 2013), razón por la cual, se rechazan las prácticas de la sexualidad que trasgredan el modelo heterosexual, entre las cuales se encuentra la bisexualidad.

En otro orden de ideas, se cuenta con evidencia que sustenta que las personas bisexuales tienen mayores problemas de salud mental en comparación con “gays” y lesbianas (Barker, Richards, Jones, Bowes-Catton & Plowman, 2012), lo anterior puede ser el efecto doble o sinérgico del rechazo social tanto por la población heterosexual como homosexual (Olvera, 2017c). Para ejemplificar lo anterior, se enuncian los hallazgos de Ulrich (2010), quien sustenta las personas bisexuales muestran prevalencias altas de mala salud en general y angustia mental frecuente, siendo mayores los daños en varones jóvenes (Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, 2012).

Ampliando lo anterior, para las personas bisexuales los miedos, la no aceptación e incomprensión por parte de familiares y amigos, se convierte en un sufrimiento que muchos jóvenes bisexuales informan haber tenido desde edades muy tempranas (Fernández, 2013), ocasionándoles sentimientos de miedo, pánico o valoración social negativa de su orientación sexual (Garcia & Jägerb, 2011).

Por su parte Schütze (2012), muestra que los varones bisexuales mencionan mayor sufrimiento mental en comparación con homosexuales e investigaciones más recientes encuentran que los varones bisexuales refieren mayor devaluación emocional (Olvera–Muñoz & Granados, 2017), así como sentimientos de ocultamiento, falta de reconocimiento social, incomodidad o vergüenza (Ulrich, 2010), los cuales son generados por el rechazo social al ejercicio de su sexualidad en sus diversos entornos de socialización.

En suma, las investigaciones internacionales encuentran que como principal estrategia de afrontamiento muchas personas bisexuales eligen no develar la orientación bisexual o evitar todo acto en la expresión emocional con el cual se les pueda asociar con las bisexualidades generándoles una mayor insatisfacción con la propia sexualidad (Ulrich, 2010).

No obstante, al poseer poca evidencia de dicho fenómeno en México, la presente investigación se encamina en aportar evidencia científica sobre la vivencia del rechazo social y su impacto en el sufrimiento psicológico en jóvenes bisexuales de la Ciudad de México. Es bajo el contexto anteriormente expuesto, que desde una perspectiva psicosocial con énfasis en las relaciones interpersonales de varones bisexuales se busca argumentar como el rechazo social en los entornos de socialización primarios, secundarios y espacios públicos genera sufrimiento psicológico en los varones que viven dicho rechazo por el ejercicio de su sexualidad.

Método

Con la finalidad de captar la vivencia del rechazo social y su impacto en el sufrimiento psicológico en jóvenes bisexuales de la Ciudad de México, se diseñó un estudio de tipo cualitativo (Hernández, Fernández & Baptista, 2014), en el que participaron 5 varones que se autoadscribieron como bisexuales, los cuales fueron reclutados mediante la técnica bola de nieve (Clark-Carter, 2002). El primer contacto fue mediante organizaciones que promueven temas sobre sexualidad y diversidad sexual en la Ciudad de México y para la obtención de la información se aplicó una entrevista semiestructurada, elegida debido al interés en el acceso a la experiencia subjetiva y las palabras de sujetos específicos (Kvale, 2011).

Se diseñó un guion de entrevista con 4 apartados de interés: a) autoidentificación de la bisexualidad, b) experiencias de rechazo social observada hacia otros bisexuales c) experiencias de rechazo social hacia los informantes en sus espacios de socialización y d) sentimientos generados por estas reacciones y reflexión sobre sus efectos en la actualidad. El análisis de la composición del discurso se hizo mediante la identificación de categorías discursivas emergentes (en tanto que el sujeto de discurso es capaz de reflexionar sobre su propia historia y en ella se revelan sus eventos más significativos) con especial énfasis en la identificación de tres rubros: las vivencias del rechazo social en los espacios de socialización, el impacto en el sufrimiento psicológico y las estrategias de afrontamiento para evitar el rechazo social.

El análisis de las transcripciones se basó en la perspectiva de la teoría fundamentada (Hernández, Fernández & Baptista, 2014), dicho análisis se llevó a cabo mediante una orientación teórica con carga psicosocial enfocada en las relaciones interpersonales de cada uno de los informantes. Para ello, el análisis comprendió 3 etapas y para su exposición, se seleccionaron los fragmentos discursivos más significativos y se relacionaron con algunos referentes teóricos.

En la primera etapa se identificaron los temas a desarrollar a partir de los cuales se distinguieron conceptos y términos clave. Se releyeron repetidamente las transcripciones de manera que se identificaron los subtemas, así como las interpretaciones, significaciones, ideas y definiciones de los conceptos y términos clave; especialmente, se identificaron los sentimientos experimentados en función del cuestionamiento a la orientación sexual de cada entrevistado dentro de sus entornos de socialización y de sus relaciones interpersonales.

En la segunda etapa se etiquetaron las categorías definidas en la fase anterior, la codificación se realizó de manera abierta, relacionando la forma en que los entrevistados identificaron, nombraron, categorizaron, valorizaron y describieron su vivencia sobre el rechazo a la bisexualidad, así como los eventos significativos que le asociaron, los sentimientos que experimentaron y las estrategias que derivaron ya sea como respuesta adaptativa o como aplicación de lo aprendido en los eventos narrados.

Una vez seleccionados los fragmentos y con ayuda de cada transcripción completa, se realizó la tercera etapa, en la cual se llevó a cabo una interpretación de los datos, relacionando la vivencia individual con el contexto descrito por cada entrevistado, identificando regularidades, semejanzas y constantes entre uno y otro discurso, relacionándolas con algunos referentes teóricos para su comprensión.

Consideraciones éticas

Se hizo una entrevista previa con cada uno de los informantes para explicar con detalle el objetivo del estudio y el motivo por el cual se les solicitaba la entrevista, se les pidió su consentimiento y posteriormente se requirió su autorización para grabar sus respuestas. Se les explicó que los audios sólo serían utilizados para fines de la investigación, motivo por el cual, se les aseguró que no se revelaría ningún dato que pudiera dar cuenta de su identidad y se les garantizó, además la libertad de negarse a responder alguna pregunta o a suspender la entrevista en cualquier momento que lo consideraran. Las entrevistas tuvieron una duración de entre 60 a 90 minutos aproximadamente.

Como se mencionó, participaron 5 informantes que se autoadscribieron como bisexuales, los cuales tuvieron edades de 22 a 26 años y con un nivel de estudios de preparatoria a universidad terminada y con ingresos mensuales desde los 4, 000 a los 14, 000 pesos aproximadamente (Ver Tabla 1).

Resultados

Las vivencias del rechazo social en los espacios de socialización.

a) Socialización primaria: la familia.

La familia se ha convertido en un espacio de socialización en el que se establecen los roles y estereotipos para varones y mujeres así como la imposición y vigilancia del ejercicio de la sexualidad, razón por la cual se castiga todo intento de fragmentación del deseo heterosexual convirtiéndose en un espacio de normalización y castigo del comportamiento sexual (Arellano, 2007). Desde esta perspectiva, la familia configura ideales comportamentales para sus integrantes entre los que figura la reproducción del orden social de la sexualidad que implica el deseo heterosexual, motivo por el cual al no reproducir dicho orden, existe un rechazo social para sus integrantes el cual es expresado en distintos tipos de violencia. Para el caso de los informantes, ante la develación de la orientación sexual, existe un rechazo social que está acompañado por diversos actos de violencia. Principalmente reciben violencia verbal, física y psicológica, así como exclusión del grupo familiar y de diversas actividades que realiza el grupo primario.

Bueno, mi mamá en su momento, pues, me dijo que estaba muy, muy decepcionada de mí, muy, muy, decepcionada de mí, e inclusive también por parte de ella, empecé a sentir, recibir muchos insultos. mmm… verbales, hubo un momento que, bueno, unos meses distanciamiento, parecíamos desconocidos en la casa[…] Me gritaba puto, maricón, mmm, ya, mmm, insultos fuertes, aunque, bastardo, que… como era posible que yo pudiera arruinar de esa forma a la familia, o deshonrar a la familia, cosas así me decía. [Iván]

Hizo un  pequeño drama. Lo que hizo fue enojarse, y se enojó conmigo, me dejó de hablar tres días, o sea si me decía de ¡ah, buenos días!, ¡buenas noches!, y nada más, y luego estábamos en la misma habitación y no me dirigía la palabra. Yo le preguntaba cosas y se quedaba en silencio. Ya después como que tuvo un arranque, no de ira exactamente, como que me soltó sus preocupaciones acerca de lo que yo quería. [Josué]

b) Socialización entre pares: las amistades y la pareja.

Por otra parte, el orden social de la sexualidad basado solo bajo el deseo sexual a uno de los dos sexos, más no a ambos, convierte en una constante el cuestionamiento a la orientación sexual de personas bisexuales (Olvera-Muñoz, 2014). En consecuencia el trato para personas bisexuales gira en torno a la validación de su orientación sexual, por lo que se cuestiona el deseo sexual por ambos sexos y se experimenta una exigencia en la definición o identificación “verdadera” del deseo sexual. En resumen, la constante en el caso de las amistades de los informantes es la exigencia en la definición del deseo sexual de manera heterosexual u homosexual.

Por otro lado, cuando los chicos con los que me he comentado acerca de mi sexualidad me dicen eso de: ¡solamente es una fase, o estas encubriendo tu homosexualidad! O no sé, cosas así. No puedo decir que es un sentimiento del todo agradable, pero tampoco es algo que me quite el sueño. Es algo como de, bueno desde mi perspectiva, y ahora con lo que sé, no puedo negar que podría ser una posibilidad, incluso en este momento de mi vida, pero lo cierto es que no y tengo un aliciente para decir: ¡ah bueno! Sí, voy a definirme por una cosa u otra. Actualmente tengo una pareja y llevo casi 2 años y medio con él, él es un varón, pero previo a él tuve una relación de casi un año un mes, dos meses, algo así con una chica y también fue bastante satisfactorio en casi todos los sentidos. Al final fueron otras cosas las que nos separaran, pero no tengo una necesidad imperiosa de definirme por una cosa u otra. [Josué]

[…]mmm, bueno tengo un amigo, que según él es muy liberal en el sentido de que apoya todo el movimiento y dice que siempre y cuando no afectes a otra persona has lo que quieras de tu vida. Pero si demostró cierta aversión con mi amigo. Cuando él llevo su pareja a un bar y se besaron él se quedó con cara de ¿Qué pedo? Entonces pues ahí como que si le tengo más miedo de que, más temor de decirle, un poco por la reacción que vaya a tener, que no creo que sea tan drástica, pero yo creo que si puede ser diferente a la de los demás[…] mmm,… Cuando estaba con ellos me llegaba el pensamiento de que pasaría si les digo que soy bisexual, como que se volvía todo una cadenita y si me dice que me rechaza o me deja de hablar o algo así. [Adrián]

Tabla 1. Características generales de las personas bisexuales entrevistadas.

Nombre a

Edad

Actividad realizada

Nivel de Estudios

Ingreso mensual aproximado b

Adrián

22

Estudiante

Universidad en curso

14,000

Hugo

24

Empleado formal

Universidad terminada

8,000

Iván

25

Desempleado

Preparatoria

5,000

Beto

25

Empleado formal

Licenciatura

12,000

Josué

26

Empleado formal

Universidad terminada

4,000

Fuente: Elaboración propia
Nota: Los datos se refieren la situación de los varones bisexuales al momento de realizar la entrevista.
a Se colocó un seudónimo para proteger la identidad de los informantes.
b
El ingreso mensual es aproximado al desconocer el ingreso mensual real familiar.

Aunado a lo anterior, las relaciones de pareja de las personas bisexuales no están exentas de replicar el ordenamiento social de la sexualidad, razón por la cual, las parejas de personas bisexuales, tanto hombres y mujeres, cuestionan la existencia de la bisexualidad y la plantean como un proceso de confusión, indecisión o como una etapa transitoria en el descubrimiento de la verdadera orientación sexual que primordialmente se piensa será homosexual. En el caso de los informantes sus parejas hombres y mujeres cuestionan su orientación sexual y en algunos casos las relaciones de pareja concluyen ante la develación de la orientación sexual, es decir, en palabras de los informantes, sus relaciones de noviazgo o pareja concluyen cuando dicen ser bisexuales. Lo anterior sucede en relaciones de pareja con varones o con mujeres y en ocasiones se acompaña de comentarios estereotipados o con una carga socialmente negativa hacia la bisexualidad, además esto ocurre primordialmente por parte de varones homosexuales.

[…] Pues que… por ejemplo si salgo con un chavo… que piensen que me pueden gustar más las chavas y que lo voy a dejar por una chava, o la chava que diga, ¡ay, es que tú eres muy gay!, ¿no?, este… estas diciendo que eres bi, ¡solamente para esconder!, ¿no?, lo que en verdad eres y al rato también me vas a dejar por un hombre, ¿no?, la onda como del cuerpo, de… este… pues ¿qué te gusta más?, un pene o una vulva… o sea yo sé que me gustan ambos, y también he tenido experiencias este con chicos trans, entonces digo bueno… o sea ellos han sido gays, mmm… o bisexuales… y que… vivan… tengan vulva, pues digo… me late también eso, ¿no?, no he tenido como… prácticas sexuales con chicas trans, pero este… el… la combinación, ¿no?, no solamente de la orientación, sino también del cuerpo, es algo que también me parece muy erótico, entonces he ido aprendiendo, o he ido generando, mmm… una onda como de mi erotismo, una manera en la cual, me pueda sentir… pleno, con hombres, mujeres, sean trans, no trans… y este… y pues sí, dejar de guiarme un poco con esta onda… de… lo… los conflictos que tienen las otras personas, con que yo me asuma como bi… o con mis gustos. [Hugo]

Pues la pareja , sí, en una pareja. Por ejemplo, cómo te había comentado en mi vida nada más he tenido dos parejas mujeres y he intentado, intenté andar inclusive con una persona, con la cual, era una mujer y le confesé en ese momento sabes que soy bisexual y lo primero que hizo fue un rechazo, y me dijo que eres bisexual, entonces tú has de estar infectado de una y mil cosas y eres un promiscuo, inclusive en público me lo dijo y fue lo que me dejó muy marcado el simple hecho de saber que pueda ser cierto, ¿no?, ¿por qué?, porque esta chica, bueno prácticamente ella ya había tenido una experiencia, sin saberlo en ese momento, su novio de esa chava también era bisexual, pero nunca le confesó hasta que se dio cuenta en una llamada telefónica y fotos y mensajes que le llegan al celular de su novio, entonces cuando yo quise conocer a esta chava o intentar algo con esta chava, su motivo de rechazo fue ese, no de seguro eres un promiscuo, de seguro estas infectado de una y mil cosas, fue un rechazo así rotundo. [Iván.]  

c) Socialización en espacios públicos: la calle y los medios masivos de comunicación.

Por otra parte, la calle como uno de los espacios públicos de socialización para las personas es un entorno en el que no existe la presencia estricta de normas, razón por la cual permite cierto grado de libertad para mostrarse de forma espontánea (Laserna, García & Quintanar, 2015). No obstante, para las personas homosexuales y bisexuales se ha convertido en un espacio en el que se hace evidente el trato diferencial por el ejercicio de su sexualidad. A pesar de lo anterior, autores como Yáñez (2015), plantean que se ha omitido mencionar la bisexualidad e identificar sus necesidades. Además tanto la homosexualidad como la bisexualidad no tienen la misma jerarquía social en comparación con la heterosexualidad, razón por la cual los propios informantes reconocen que no son socialmente reconocidos como bisexuales.

Ampliando lo anterior, una constante en todos los informantes es que su orientación sexual no es socialmente reconocida en el espacio público, por el contrario son etiquetados dependiendo del sexo de la pareja con la que se encuentren en ese momento. En consecuencia los informantes refieren que en la calle se les percibe como homosexuales o heterosexuales pero nunca como bisexuales.

Bueno pues en la calle obviamente no saben que soy bisexual, puedo pasar desapercibido como una persona, pues no 100% heterosexual, pero pues, pocos se dan cuenta, al menos como te dije, un… homosexual que ande por ahí y se percate que este… ¡a este tipo también le gustan los hombres o le gustan los hombres!, sin saber que le gustan las mujeres, este… pues… te quiera ligar, porque para ellos es de ¡ah, aquí viene un homosexual!, pero pues ellos lo identifican y lo atribuyen el término bisexual a que es una persona, si es bisexual, y lo acepta que es bisexual, lo atribuyen a que es… en roles sexuales que es activo, y yo sé que a lo mejor es un estereotipo, pero pues para lo que me ha tocado vivir con homosexuales, un bisexual lo consideran que es una persona activa, cuando también puede ser pasivo, también pueden en el rol sexual ser pasivo, bueno… ya me desvié un poco de la pregunta… mmm, puedo pasar desapercibido siendo bisexual, solamente por la comunidad homosexual, sí, alguien se puede dar cuenta, pero se van al extremo, no dicen ese chavo es bisexual, dicen ese chavo es gay. [Beto]

Finalmente, los medios masivos de comunicación proveen información con respecto a los ideales de género y del comportamiento sexual, es decir, sirven como un mecanismo de control social que propaga información con respecto a lo socialmente aceptado para varones y mujeres. Así mismo, en su intento de reproducir la normatividad social replican el imaginario social de la bisexualidad y la muestran como un momento de confusión ante el deseo sexual. Aunado a ello, los informantes refieren que la bisexualidad se muestra poco en programas, películas o noticias y en su mayoría cuando se presenta, se acompaña de una carga social peyorativa y rodeada de mitos hacia las bisexualidades que primordialmente tienen que ver con la promiscuidad o con la presión social por tener que definirse como heterosexual o como homosexual.

Me he encontrado mucho, muchas cosas, o sea… si hay muy pocas películas que hablen acerca de la bisexualidad, mmm… sí se tiene una idea… del descubrir, o sea yo pongo la palabra descubrir, este… porque… este en varias películas, lo que sucede es que… pues es la chava hetero, o el chavo hetero, que descubre que también les gustan las personas de su mismo sexo o género… y este… entonces… ¡ah, ok, bueno!, ya me gustan ellos, pero tampoco puedo olvidar a ella, entonces es como la onda… de… ¿Quién me gusta más?, y de repente… no… llegan como al punto de sí, vivir una relación bisexual, porque salgo con hombres y con mujeres, pero… de repente… sí, es ¡ah, bueno, me voy a definir!, en la película al final se definen… y ya… ¡soy gay, soy lesbiana!, ¿no?, o me quedo como heterosexual y fin se acabó, ¿no?. Hay muy pocas películas donde los personas si en verdad dicen… entran como en el rollo desde antes de la película se asumen como bisexuales, me muestran prácticas sexuales entre ellos con hombres y con mujeres, que al final… este… puedan construir relaciones con un hombre o con una mujer, sin dejar de decir que son bisexuales, entonces, son muy pocas y no recuerdo ahorita un nombre específicamente. [Hugo]

Impacto en el sufrimiento psicológico Sufrimiento emocional y replicación del cuestionamiento.

Antes de iniciar la discusión teórica con los fragmentos seleccionados, es importante mencionar que no se llevó a cabo un diagnóstico clínico enfocado en la identificación de identidades psicopatológicas, sino que se buscó conocer el sufrimiento psicológico a partir del grado de satisfacción personal, la autovaloración de los informantes o los sentimientos que causen malestar en el desarrollo de sus potencialidades e integración social.

En este sentido, al enfrentarse en diversos entornos con una valoración negativa de su deseo sexual los informantes identifican no ajustarse a los estándares de masculinidad que conllevan un rechazo social a su orientación sexual. Es por lo anterior que el sufrimiento psicológico emerge al no acoplarse con el rol que socialmente les es impuesto por ser varones y ante una constante vivencia de rechazo social por su orientación sexual, creando diversos sentimientos y emociones negativas que impactan en su salud emocional.

En primer lugar, se identifica que hay una mayor autodevaluación por la orientación sexual al compararse con varones homosexuales, lo anterior resulta similar a los planteamientos de diversos autores (Barker, Richards, Jones, Bowes-Catton & Plowman, 2012), quienes argumentan que la constante puesta en duda de la orientación bisexual genera sentimientos de malestar e incomodidad con respecto a su sexualidad. En el caso de los informantes uno de los primeros sentimientos enunciados es la autodevaluación, lo anterior debido a la percepción del rechazo social por personas heterosexuales y por personas homosexuales. En el caso de este último grupo poblacional, los informantes refieren que existe un mayor rechazo por parte de personas homosexuales y el conocimiento o la vivencia de esto les genera una mayor devaluación emocional.  

Pues… me hace sentir mal, me hace sentir triste, me hace sentir… a veces hasta menos, ¿no? […]es que para ellos, ser bisexual, es inferior que un homosexual, por lo que he visto, entonces me hace sentir mal, me hace sentir triste, mmm… la verdad es que a veces hasta miedo le tuve… o llegue a tener de decirle a un homosexual que yo soy bisexual, ¿no?, simplemente por la reacción que ellos tienen, ¿no? [Beto]

En segundo lugar, una de las reacciones al constante cuestionamiento es la sensación de confusión, sin embargo, esta sensación se ve agravada al no tener referentes identitarios con los cuales configurar su sexualidad. Llama la atención que en ciertos entornos, la homosexualidad es reconocida, aunque de manera negativa (Olvera-Muñoz, 2017a), sin embargo no se identifica al deseo bisexual, lo que genera confusión al no lograr identificar un referente que pueda ayudarles en la comprensión de sus prácticas sexuales y en última instancia genera que ellos mismos repliquen este constante cuestionamiento a su deseo sexual y se piense o internalice la noción de la “etapa bisexual”.

Yo pensaba que era una cuestión de indecisión, o sea de que… era una… una onda… o un lapso de la vida de confusión, de no asumir como el ser gay completamente, y que uno tenía que … pues decir que es gay o heterosexual y no había otra… y cuando me doy cuenta, que también hay otras personas que son bisexuales. [Iván]

Estrategias de afrontamiento para evitar el rechazo social. Ocultamiento, evitación de la expresión emocional y distanciamiento de espacios.

Al enfrentarse de manera constante al cuestionamiento a la orientación bisexual (Hoang, Holloway y Mendoza, 2011), los informantes mencionan el preferir no decir su orientación sexual ni a homosexuales ni a heterosexuales por el rechazo a su deseo sexual por ambos sexos, lo anterior es planteado por autores como Ulrich (2010), quien argumenta que una estrategia utilizada por personas bisexuales es el ocultamiento a su orientación sexual por el estigma que existe a su sexualidad ocasionándoles malestar emocional al no poder expresar libremente su orientación.

Respecto a esto último, es una constante que se prefiera evitar la develación de la orientación bisexual, no obstante aunque funciona como estrategia de afrontamiento para evitar el rechazo social, en algunos casos les genera mayor malestar emocional por no poder expresar su orientación sexual de manera libre, esto difiere en algunos informantes quienes argumentan sentirse mejor al no contar su orientación sexual en sus diversos entornos de socialización ya que dichas acciones les protege del posible rechazo social o cuestionamiento al ejercicio de sus sexualidad.

[…]mmm, no, porque bueno, los compañeros de trabajo con los que hablo son más de cotorreo, en más de desmadre, más de ese tipo de cosas, o sea no es como de tocar el tema de yo soy bisexual, pero creo que yo igual siento que esa parte está bien, porque no soy mucho de decir soy bisexual y quiero que lo sepan. [Adrián]

Además, se elige evitar toda expresión emocional que pueda asociarles con la no heterosexualidad y en algunos casos considerar que su expresión emocional daña a otros. Lo anterior es muestra de la internalización de la valoración negativa de su deseo sexual (García-Ordóñez, 2011). Por lo que, los informantes refieren evitar realizar algunos actos de afecto en público para contrarrestar el “daño social” que puedan hacer hacia ciertos grupos poblacionales. Aunque fue una constante en los informantes, llama la atención que la evitación de la expresión emocional se acompaña de una introyección del rechazo social a su propia orientación sexual.

[…] mmm, bueno, por ejemplo yo como bisexual, si yo tengo una relación con un hombre, (lo que hago es) tratar de no dañar el entorno social con besos, mmm, en vía pública cuando haya niños o menores de edad, mmm, hacer actos indebidos. [Iván]  

De igual manera los informantes refieren como otra estrategia para evitar el constante cuestionamiento a su orientación sexual y como afrontamiento al rechazo social, el distanciamiento de diversos entornos de socialización. Encuentran que en espacios de socialización con heterosexuales y homosexuales la constante será la puesta en duda de su deseo sexual (Yáñez, 2013). Es por ello, que prefieren alejarse de dichos espacios limitando así su asistencia y participación social, es decir, se prefieren lugares en los que su orientación sexual no sea cuestionada por heterosexuales, ni por homosexuales.

No obstante, se elige evitar la asistencia a espacios primordialmente de carácter homosexual. Lo anterior a pesar de ser referido por todos los informantes, muestra dos estrategias claramente definidas para afrontar tal exclusión social. La primera de ellas es una noción de distanciamiento a los espacios de socialización sin un afrontamiento más directo, mientras que la otra es una búsqueda activa de los espacios en los que no serán socialmente rechazados o la configuración de un entorno social más incluyente.

Yo creo que hay que entender que hay espacios donde no hay lugar para ciertas poblaciones, sin ánimo de resultar arrogante pero… en un espacio donde tienes que estar por ejemplo con hombres validando todo el tiempo, practicar tal deporte, acostarte con “x” número de mujeres , que te guste todo el tiempo demostrar que eres físicamente más fuerte… y que… hay un momento en el que esa patrón se desgasta, cansa… y terminan asumiendo lo que te digo que en esos lugares no hay un punto de identificación real… entonces buscas otros espacios menos hostiles, porque no los vas a cambiar finalmente, van a seguir existiendo, porque comparten ese comportamiento… primitivo. [Beto]

Conclusiones      

Las narrativas expresadas permiten ver que la experiencia de rechazo social a la bisexualidad es un rasgo constante en la experiencia que los informantes tuvieron, independientemente de si el entorno de socialización es primario, secundario o en el espacio público, así como de la independencia de la orientación sexual del agente cuestionador.

Es por ello, que el rechazo social a la bisexualidad es hecho culturalmente construido y es al mismo tiempo, una experiencia que adquirió centralidad en la vida en que los bisexuales entrevistados construyeron su identidad. Como atributo personal, la bisexualidad tiene en su dimensión subjetiva, expresiones particulares que dependen de la historia individual pero sobre ella, pesan componentes comunes como la puesta en duda, el rechazo, la exclusión, la discriminación y la violencia explícita. A pesar de los diversos entornos de socialización enunciados por los informantes, en ellos la constante es el rechazo social a su orientación sexual primordialmente mediante el cuestionamiento a su “verdadera” orientación. Lo anterior primordialmente se da por en sus relaciones interpersonales con pares varones y por personas homosexuales.

Dichas vivencias impactaron en la salud de los informantes generando sentimientos de sufrimiento psicológico como autodevaluación o valoración negativa, lo anterior es similar a los hallazgos de Granados (2013), quien encuentra que las experiencias de violencia en personas lesbianas, gays y bisexuales tienen impactos en su salud mental primordialmente en la configuración peyorativa de su propia identidad. Aunado a lo anterior, los sentimientos reportados por los informantes no sólo tienen que ver con las experiencias de rechazo social de manera directa, sino también de manera indirecta mediante el conocimiento del rechazo social a su orientación sexual, el cual repercute en la satisfacción personal del deseo sexual.

Por otra parte, como principales estilos de afrontamientos se encuentran el ocultamiento de la orientación sexual, la evitación en la expresividad emocional o el distanciamiento total o parcial de los diversos entornos de socialización, aunado a ello, las diversas vivencias de rechazo social a su orientación sexual configuran un sentimiento devaluatorio que en ocasiones se internaliza y termina por ser una noción que los propios informantes replican.

En resumen, un constante cuestionamiento les hace pensar que realmente su orientación no existe y les obliga a elegir entre el deseo homosexual o heterosexual. Finalmente, la presente investigación permitió caracterizar las experiencias del rechazo social a la bisexualidad y conocer el impacto en el sufrimiento psicológico y cómo en conjunto generan diversas estrategias de afrontamiento de este grupo humano, sin embargo, surge la necesidad de realizar mayores aproximaciones a las necesidades de las poblaciones bisexuales, así como continuar con la evidencia de las diferencias entre varones y mujeres bisexuales con respecto el rechazo a su orientación sexual. A partir de los resultados encontrados se plantea como necesario el impulsar el reconocimiento de la bisexualidad como un grupo humano socialmente conformado y dar pie a espacios de socialización libres de rechazo social a las bisexualidades, para así dar cabida a referentes identitarios con los cuales puedan reconocerse las personas bisexuales sin repercusiones en su salud psicológica. Respecto a esto último, también se requiere conocer las estrategias en las que los profesionales de la salud (y de otras disciplinas) contribuyen al problema estudiado e identificar los elementos teóricos y metodológicos en los que se sustenta la formación académica que tienen los profesionales para atender las necesidades de grupos poblacionales como el bisexual.

 

Referencias

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